jueves, 6 de septiembre de 2007

CERVANTES Y DON PANCHO GIL LEYVA


Cervantes, Español Eterno, recomendaba con vehemencia, que los escritos deberían tener dos propósitos: enseñar y entretener.
Don Pancho Gil Leyva, en su columna “ Aquí Entre Nos …”, a diario, con su crónica, a la vez, lección y moraleja, , llena de gracia, picardía e ingenio, nos enseñaba y deleitaba.
Por lo anterior, a mi me parece, que Don Pancho Gil Leyva, entre otras muchas buenas cosas, es parte de los Cervantistas Sinaloenses.
La vida de Don Pancho fue servir a sus paisanos; profundamente sinaloense, desde sus escritos sembró su entrañable amor por esta tierra, dándonos lecciones de civismo, en donde con mucho entusiasmo y convicción resaltaba el valor de nuestras costumbres e identidad.
En estos tiempos que corren, de modernidad avasalladora, capadora de nuestros símbolos de identidad, ¡ah como hacen falta Panchos Gil Leyvas!, que con sus lecciones diarias, nos recuerden nuestros valores, familia y como el decía el lugar donde se nos enterró la tripa ingridora. Por ello, acudo a la Santa Gloria, que de seguro es donde el está, para pedirle permiso de incluir en este escrito uno de sus agradabilísimos artículos, aquel que el lo tituló, NOMBRES REPUDIADOS, y que con su insuperable estilo, nos los narró, de la siguiente manera:

¿ Avergonzadito de los viejos nombres, paisano? ¿ te dan mas lustre los nombres extranjeros que impones a tus hijos, a esos mexicanos que traes al mundo y a quienes en el registro civil y en la pila bautismal los marcas de por vida con nombres de extranjería?
Con los machitos, ya dejaste de lado nombres como Agapito, Bruno, Cirilo, Damián, Eustaquio, Fabián, Gumersindo, Hipólito, Israel, Jonás, Lucas, Melitón, Nicéforo, Onofre, Pánfilo, Quirino, Ramón, Serapio, Toribio, Urbano, Valentín, Zacarías. Pero, pase, pues no has cometido el atropello de sustituirlos con nombres de extraños al santoral y a la tradición.
El desvarío extranjerizante lo exhibes, paisano, con los nombres de las mujercitas, pescados al vuelo en las telenovelas y en las cursis novelitas de la corín tellado; ya tus hijas no se llaman Adelaida, Bibiana, Cruz, Dorotea, Eulalia, Filomena, sino que las desarraigas con nombres como Cynthia Lizette, Margot Haydee, Erika Elizabeth, Myrna Dorothy, Karla Claudeth, Yahara Minerva, Aliria Ivonne, Nancy Merina…
¿ Te avergüenzas, paisano, de los nombres de nuestras madres y abuelas: Hortensia, Inés, Josefa, Loreto, Maclovia, Natividad, Olegaria, Petra, Felipa, Remigia, Soledad, Teófila, Ursula, Zenaida?; si que te avergüenzas paisano. Y, pensando en la nota social, supuestamente encumbradora, les asestas a tus hijas nombres tales como Isis Evelyin, Tania Karine, Edideth Orietta, Gladis Kessia, Claina Lizbeth, Vlakar Uzziel.

¡ Ya párale, paisano ¡ ¡ Ya párale, por amor de DIOS ¡

1 comentario:

Jesus dijo...

SIN CONOCERLO EN PERSONA ESTE HOMBRE MARCO MI VIDA, CURSABA LA SECUNDARIA Y A DIARIO RECORTABA SU COLUMNA DEL SOL DE SINALOA Y LA COLECCIONABA, ME GUSTABA COMO USABA TERMINOS POPULARES SINALOENSES Y LOS DIGNIICABA, PORQUE EN EL CULIACAN EN QUE CRECI , LA GENTE LLEGADA DE FUERA,SENCILLA, DE RANCHO, NO OCUPABA BUEN LUGAR EN LA ESCALA SOCIAL, Y EL CON LAS MISMAS PALABRAS QUE PADRES TIOS Y ABUELOS USABAN EN LA VIDA DIARIA, LES DABA AUTENTICIDAD